La técnica de la termografía consiste en la generación de imágenes a partir de la radiación infrarroja emitida por un objeto, estando ésta directamente relacionada con la temperatura del mismo. Se basa, pues, en la detección de puntos calientes de un componente/equipo, midiendo su temperatura sin existir contacto.

Campos de aplicación
La termografía es una técnica usada, cada vez más, en el mantenimiento predictivo de una planta. Otras de sus aplicaciones son:

• Control de procesos: acero, vidrio, plástico, papel, fundiciones, moldes, etc.

• Control de calidad: materiales compuestos (de laminación e impactos), fatiga de estructuras, etc.

• Investigación y desarrollo.

• Pruebas no destructivas.

Así, los distintos elementos en los que se puede utilizar esta técnica de mantenimiento son:

• Elementos mecánicos (aislamientos de tuberías y recipientes, intercambiadores de calor, refrigeradores, hornos, calderas, válvulas, cojinetes, motores eléctricos, motores térmicos, abrazaderas y roces mecánicos).

• Elementos eléctricos (cabinas de interruptores, deterioro de aislamientos, transformadores –puntos calientes y nivel de aceite–, interruptores y seccionadores, cableado, cuadros de baja tensión, subestaciones, líneas de transporte de electricidad y condensadores de potencia).

Además, existen otros muchos campos donde se aplica la inspección termográfica, tales como el diseño térmico, la electrónica, el diseño de materiales, la medicina, estudios veterinarios, medio ambiente, etc.